A seis meses de tu partida, Comandante

Muchas personas trataron de manipular tus buenas intenciones, tu amor, tu dedicación, tu pensa... Afortunadamente contaste con millenes de personas que te amaron, comprendieron y te apoyaron a lo largo de tu vida.
En la época de Simón Bolívar muchas personas lo criticaron, lo llamaron loco, lo insultaron y lo menospreciaron; al igual que tú, él también estuvo rodeado de personas que lo apoyó, así como también lo rodeaba gente que trató de asesinarlo. Digo esto porque, a pesar de que fueron épocas distintas y hombres distintos, el sueño siempre fue el mismo.
Bolívar nos liberó del yugo español, así como tú nos liberaste del imperio yankee. Dios siempre sabe lo que hace, de eso no tengo la menor duda... Simón Bolívar y tú fueron y siguen siendo una gran bendición para Venezuela y el mundo.
No sé que sería de Venezuela en este momento, si hombres como tú y Bolívar no hubieran hecho todo lo que hicieron por nuestro país.

Entregaste todo de ti para que el pueblo estuviera feliz, dedicaste tu vida para el buen vivir de un pueblo, nos entregaste todos los derechos que un día nos negaron, nos diste grandes oportunidades de estudios, medicinas, trabajo, vivienda, alimentación y tecnología; nos enseñaste la importancia de la igualdad y la historia.

Tu gobierno y la lucha de Bolívar sembraron en nosotros una esperanza y felicidad, que hoy comienza a dar sus frutos.
Sin duda alguna, la vida a veces resulta difícil de comprender, sin embargo, nos preparaste, nos enseñaste a ser fuertes, mantener la calma y la unidad aun en los momentos más difíciles.

Hoy, a seis meses de tu partida, tu pueblo sigue y seguirá aferrado a tus enseñanzas, tus alegrías, tu amor y tu legado. Nos pediste que tu hijo continuara con el proceso... Una vez más te hemos cumplido.
La Revolución Bolivariana no murió, ni morirá, así como tú tampoco has muerto; no sólo fuiste mi presidente, también fuiste mi padre, mi profesor, mi guía, mi inspiración... Eres mi modelo a seguir.
Fuiste un hombre de pueblo, un hombre humilde, y lleno de amor; Amor con amor se paga, Comandante, nunca pudieron contigo en vida, no podrán ahora, porque: Chávez no es un hombre, Chávez fue y sigue siendo un pueblo, el mismo pueblo que no sabe hacer otra cosa que amar y cuidar la Patria que tanto te costó construir, la misma por la cual diste la vida.

Eres un héroe, Hugo. Fuiste humanista, y hombres como tú es que necesita el mundo. No sólo fuiste amado en Venezuela, el mundo entero también te amó y no lo dejará de hacer; no sólo despertaste al pueblo venezolano, también despertarte a los pueblos hermanos que hoy toman tu ejemplo.

Siempre creíste en la juventud venezolana; Hugo, yo soy parte de esa juventud rebelde que tanto amaste y la cual le enseñaste la importancia de amar la historia, y amar la Patria. Soy parte de esa generación de oro que ha sido de gran importancia para el avance de la revolución.
No puedo negar que tu partida me sigue doliendo, soy fuerte y prefiero serle útil a la Patria, porque así lo aprendí de ti.

A seis meses de tu partida, Comandante el pueblo tiene viva la herida que nos dejó tu partida. Sin embargo, el pueblo es más fuerte que nunca y por eso te ratificamos lealtad absoluta, amor y compromiso eterno; así como tú diste la vida para que el pueblo viviera dignamente, nosotros la daremos por la continuidad de este proceso que tanto te costó elaborar, no estás solo, Hugo. Aquí está tu pueblo amado.
¡¡Chávez vive, la Patria sigue!!