Cuando de la
nacionalidad del Presidente se trata, son muchos los comentarios que pudieran
asomarse al respecto. Surgen opiniones tan variadas como parecidas. "Es
colombiano" afirman muchos sin prueba alguna, pero con la ilusión
impregnada de que sea cierto. Porque de este modo visualizan una pequeña
esperanza que imposibilite a Nicolás Maduro al ejercicio de sus funciones como
Presidente de la República. Pero a la final, sólo es eso: una ilusión.
Si bien es cierto, nuestra Carta Magna establece que para ser Presidente de la República se necesita ser venezolano por nacimiento y no poseer otra nacionalidad. Y es en base a este criterio que cierto sector de la oposición se acoge para desvirtuar el ejercicio de las funciones del Jefe de Estado venezolano.
Los rumores que recorren los rincones de nuestro país, y el mundo entero,
tienen como objetivo principal desvirtuar la nacionalidad venezolana por
nacimiento del Presidente Nicolás Maduro. Esto sin importar los diversos
documentos que lo acreditan como tal. Esta matriz de opinión goza de poca
importancia cuando se contrasta con los cargos políticos que Nicolás ha
ejercido, ya que éstos ameritan ser venezolano por nacimiento y no poseer otra
nacionalidad.
Nuestro texto constitucional en su artículo 41 señala que sólo los venezolanos
por nacimiento y sin otra nacionalidad pueden ejercer cargos de Presidente de
la República, Vicepresidente Ejecutivo, Presidente de la Asamblea Nacional,
Ministro de Relaciones Exteriores, y otros. Lo curioso es que Nicolás Maduro ha
ejercido funciones en éstos cargos, y resulta absurdo que la doble nacionalidad
no se alegara con anterioridad, sino hasta que asumiera la Presidencia de la
República.
Sin embargo, todo este tema tiene también un objetivo oculto pero eficaz. No
sólo se pretende poner en duda la nacionalidad de Nicolás Maduro sino que
también se busca que las instituciones del Estado pierdan credibilidad. Esto al
culparlas como cómplices de una violación a la Constitución como lo es
“permitir que un colombiano sea presidente”. De este modo, la hipótesis de que
la oposición tenga en sus manos el poder, no sólo de la Asamblea Nacional, sino
del resto de los poderes públicos, sea vista como una necesidad insaciable.
El
hecho de que la Presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) expusiera la
partida de nacimiento del Presidente de la República no calmó los ánimos que se
ventilaban al respecto. Sin duda alguna, el hecho no fue suficiente para
aclarar las olas de rumores que aún surgen en relación a la nacionalidad del
Jefe de Estado, por lo que los ataques han persistido a lo largo de su gobierno.
Las falacias emitidas procuran desvirtuar la legalidad de las funciones del Ejecutivo Nacional. Pero a la final no son más que meros juicios de valores, los
cuales no se encuentran acompañados por algún soporte que le otorgue un mínimo
sentido de credibilidad. Lo más lógico es que quien esté convencido de dicho
argumento, presente pruebas que logren el convencimiento del resto de la
población.
Es por eso que en una de sus desesperadas actuaciones, la Asamblea Nacional
venezolana solicitó al Estado colombiano que le informase si existía algún
respaldo respecto a la supuesta nacionalidad colombiana del Presidente
venezolano. La respuesta a dicha solicitud fue emitida por la Viceministra de
Relaciones Exteriores de la República de Colombia, y expresaba lo siguiente:
“Efectuadas las búsquedas en el Sistema de Información de Registro
Civil (SIRC) y demás sistemas de información de la entidad, no se encontraron
datos sobre el registro civil de nacimiento de Maduro Moros, Nicolás”.
Ante dicha respuesta, el Diputado Henry Ramos Allup expresó que se envió
otra correspondencia al Estado colombiano para que notifiquen si alguno
de los padres del Presidente venezolano posee acta de nacimiento colombiana, ya
que, según él, en este caso la nacionalidad colombiana proviene por ser hijo de
padres colombianos. Sin embargo, esta interpretación es errada por cuanto la
legislación colombiana no otorga su nacionalidad por el simple hecho de poseer
un progenitor con dicha nacionalidad.
El hecho de tener un padre con otra nacionalidad no quiere decir que la misma
será transferida al hijo de manera automática. Cada país tiene distintos
requisitos y procedimientos para la obtención de su nacionalidad. Pero como nuestro
enfoque está destinado al caso colombiano, es conveniente mencionar lo
establecido por la Constitución Colombiana al respecto:
“Artículo 96.- Son nacionales colombianos:
1. Por nacimiento: (…)
b) Los hijos de padre o madre colombianos que hubieren nacido en
tierra extranjera y luego se domiciliaren en territorio colombiano
o registraren en una oficina consular de la República.”
Es evidente, y según el pronunciamiento del Estado colombiano, que la
controversia de la doble nacionalidad del Presidente Maduro, no tiene cabida en
el precepto constitucional de Colombia. Y que por lo tanto, no es ni puede ser
considerado como nacional colombiano.
En otras palabras, las disposiciones legales concernientes a la
nacionalidad colombiana han sido malinterpretadas y tergiversadas por un grupo
de personas inescrupulosas que lo único que buscan es llegar al poder a como dé
lugar. Son cartas mal jugadas que van saliendo mientras transcurre el tiempo y
se ven ahogados cada vez más.
Y aunque existe un vídeo en internet en el cual aparece Henry Ramos Allup
afirmando que Nicolás Maduro es venezolano, no se le ha dado la misma
importancia ni impulso que se le dio a la matriz de opinión sobre su falsa
nacionalidad colombiana. El cuestionamiento de la nacionalidad del Jefe de
Estado no ha sido mas que una estrategia para pretender invalidar su
investidura como máxima autoridad de la República.
El escenario político en torno a este tema ha sido tan polémico como
bochornoso. Hemos presenciado diversas expresiones por parte de quienes
adversan al proceso bolivariano. Por ejemplo, en mayo de 2016 los diputados
opositores gritaban la consigna: "¡Maduro colombiano!". ¿Y las
pruebas? Junto a su sentido común: en la inexistencia.