Me veo obligada a plasmar estas líneas
debido a la especulación informativa y manipulación que se ha generado por la
muerte de Kliuberth Roa. La cual es, indudablemente lamentable. Expreso mi
pensar con el debido respeto a los familiares del adolescente, de igual forma, con
el debido respeto a los familiares del policía Javier Mora.
Son muchos los comentarios politizados
respecto al tema. Pero hoy, quiero aportar mi comentario desde lo personal. Con
esto no pretendo sacar provecho de una muerte para un sector político, todo lo
contrario. Espero que este mensaje llegue y toque a las personas que se han
dejado llevar frenéticamente por el odio o la adrenalina de los últimos días.
Lamentablemente, un joven de 14 años murió
y no pudo luchar por sus sueños. Por otra parte, tenemos a otro joven de 23
años privado de libertad y viendo sus sueños alejarse. No todos lo miran desde
ésta perspectiva, pero la verdad es que ambos tienen familiares, y ambas
familias están obviamente afectadas.
Muchos comenten el error de utilizar
fundamentos que vienen del fanatismo. Los jóvenes que ingresan en dichos
cuerpos policiales y militares, tienen en mente que podrán salir adelante, de
cumplir el sueño que tuvieron de niño. En ningún momento anhelan terminar en la
cárcel por un asesinato que algunos califican como intencional. Realmente,
¿quién se beneficia con este tipo de suceso?
Debemos tener una postura coherente. No
podemos permitir que los muchachos (sean estudiantes, policías o miembros de la
FANB) sigan saliendo perjudicados. De ambos bandos hay muertos, heridos y
detenidos.
Ciertamente, nadie ha sufrido más que
estas dos familias involucradas.
La situación es dolorosa para todos los
miembros y para todo aquél que se sienta identificado de alguna u otra forma.
En lo personal, sé lo que significa tener
familiares de 14 años. Pero también sé qué implica tener familiares miembros de
los cuerpos policiales y en la vida militar. Por lo tanto, conozco la importancia
y el amor que se puede tener a jóvenes como éstos. Y por esa razón hago un
llamado a la reflexión.
Hace un año se desató una ola de violencia
en nuestro país, lo cual arrojó como consecuencia: funcionarios de la FANB,
policías, fiscales y ciudadanos de distintas posiciones políticas asesinados y
heridos. ¿Realmente queremos lo mismo? O ¿Acaso la irracionalidad puede más que
el deber ser?
Es de inhumanos sacar provecho del dolor
de familiares para fines políticos y destructivos, lo cual ha ocasionado focos
de violencias en las cuales se pueden repetir este hecho. ¡No utilicen a las
demás personas como carne de cañón!
El que está vestido de estudiante, y el
que porta un uniforme policial, sienten lo mismo. Ambos tienen familias que los
aman y que ruegan a Dios por su seguridad.
Debemos ser más objetivos, pensar más en
nuestro país, y menos en el daño al cual lo podemos someter para salir de un
gobierno.
Ante estas situaciones resulta sencillo
expresar cosas que pudieran o no, ser ciertas. Tal como lo vimos en noticias
sobre lo expresado por el Presidente de la República, Nicolás Maduro respecto a
la muerte del adolescente.
Diversos medios han publicado que el Presidente justificó la muerte del adolescente, al decir que éste pertenecía a una secta de la derecha. Esto es totalmente falsa. Dado que Nicolás Maduro deploró dicha muerte y se solidarizó con los familiares. Esto lo dio a conocer en la transmisión de su programa “En contacto con Maduro”. (+Vídeo):
El presidente hizo un llamado a la
reflexión y expresó que la derecha venezolana envuelve en un abanico de odio a
los muchachos para que ejerzan violencia, lo cual no es ninguna novedad. O ¿es
que ya olvidamos la ola de violencia generada por los guarimberos el año
pasado? La fuente de las guarimbas fue el llamado a tomar las calles.
De igual forma, expresó que “muchas veces
esos muchachos son captados por sectas de la derecha”. En ningún momento
involucró a Kliuberth en esa expresión.
¿Las sectas no existen? Y ¿Lorent Gómez
Saleh a que pertenecía? ¿Cuáles eran sus fines, sus medios?
Tomando en cuenta esto, percibimos que
existe una gran manipulación por parte de algunos medios, los cuales
obviamente, tergiversan la información que se les transmite a las personas.
Esto trae como consecuencia más odio y descontrol en los que participan en las
manifestaciones.
Por otra parte, se involucra mucho la
Resolución 8610 en la muerte de Kliuberth. Dicha Resolución no aplica a los
cuerpos policiales, sólo es para los componentes de la FANB (La Guardia
Nacional Bolivariana, La Armada, La
Aviación y el Ejército).
La madre de Kliuberth Roa también se ha
pronunciado ante el aprovechamiento de la muerte de su hijo. Y exige que “no lo
utilicen como si se tratara de un trofeo para el mejor postor”. También hizo un
llamado a los que utilizan las redes sociales, y pidió que no dañen la memoria
de su hijo con fotos y vídeos.
Todos sentimos, todos amamos y somos
amados, todos compartimos el aire que respiramos, todos somos iguales por
naturaleza. Que pensemos de forma distinta no quiere decir que debamos ser
enemigos o vivir para demostrar los errores de los demás sin edificar el
alrededor, el país.