lunes, 15 de agosto de 2016

Inmunidad parlamentaria, ¿Total o parcial?



Durante mucho tiempo, la falta de conocimiento ha hecho estragos en las diversas sociedades que hacen vida en el mundo. Esto ha traído una serie de resultados, entre los cuales resalta de manera impresionante la sumisión y falta de interés que adoptan las sociedades en los diversos temas que llegan a la palestra comunicacional, o los que simplemente se presentan en el día a día.

Es común ver a personas que desconocen de temas determinados y su confianza hacia otras personas los lleva a creer plenamente todo lo que escuchan de ellos. Por otra parte, existen otro tipo de persona en el globo del desconocimiento: Los que no saben pero aparentan saberlo. Algo así como un letrado todopoderoso. Y de estos, se conocen muchos. ¿Se les viene alguien a la mente con estas palabras? Seguro que sí, son muchos los que pueden ser mencionados.

Sin embargo, hay muchos abogados y estudiantes de Derecho a los que les ha llamado poderosamente la atención algunas de las frases proferidas por el Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos, en su retorno al país luego de su paso por la sede de la Organización de Estados Americanos, quien maltrató verbalmente a los funcionarios que prestan sus servicios en el aeropuerto de Caracas. Esto a razón de que los mismos procedieran a requisar sus pertenencias, tal como hacen con cualquier otra persona que pasa por el aeropuerto. El Diputado en cuestión mostró su disgusto, puesto que a su consideración, él no debía ser objeto del trato ordinario debido a que goza  inmunidad parlamentaria por ser parte de los legisladores venezolanos.

A raíz de ese acontecimiento, fueron muchos los comentarios emitidos al respecto. Algunos celebraban la postura fijada por el parlamentario, otros la criticaban. Pero realmente, de las personas que hablaron de eso ¿Cuántos saben lo que significa la inmunidad parlamentaria y lo que eso abarca? ¡Muy pocos!

Ante ese aparente vacío de conocimiento respecto a la inmunidad parlamentaria, queda preguntar: ¿Saben qué es? Pues no es más que una figura creada por y para el legislador. Esto a razón de varias consecuencias que pueden hacer acto de presencia: 


1. A los evidentes sobresaltos que pueden vivir los parlamentarios a razón de su carácter de humano, la cual no escapa de la euforia que ocasione el discurso en el ejercicio de sus funciones dentro del hemiciclo. Algunos estudiosos afirman que las grandes emociones que se viven en el momento del debate se pueden prestar para injuriar, intencionalmente o no, a otro de sus colegas por la emoción del momento.


2. Para proteger a los diputados ante detenciones o cualquier otra forma de privación de libertad. Por tanto, esto pretender evitar que el parlamentario sea detenido con el preetxo de infracciones punibles cuya persecución no se fundamente en la pureza y corrección legal. La excepción a esta norma es que el diputado en cuestión sea sorprendido in fraganti en la comisión de un delito; sin que tampoco pueda ser procesado o juzgado, a menos que el cuerpo legislativo conceda la autorización. En realidad, se trata de una medida indispensable en evitación de que pudiera ejercerse sobre ellos una persecución judicial instada por los particulares.


En otras palabras, la inmunidad parlamentaria viene siendo una especie de capa protectora que en más de una oportunidad se ha utilizado con un fin ajeno para la cual fue creada, tal es e, caso de Henry Ramos, presidente de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela. Pero más allá de lo que diga la doctrina, es preciso partir de lo que expresa la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela  en su artículo 200. Allí se dice claramente que los diputados de la Asamblea Nacional gozarás de inmunidad en el ejercicio de sus funciones desde su proclamación hasta la conclusión de su mandato. Ante eso, sólo queda una interrogante en el aire: ¿Cuales son las funciones de los diputados y cuándo deben ser ejercidas? La misma carta magna, en su artículo 187, responde dicha pregunta, entre la cual se destaca la materia de legislar, y otras, que deben ser ejercidas necesariamente dentro del hemiciclo parlamentario, no sentado en una silla dentro de un salón de la Organización de Estados Americanos.


Una vez tenido claro que la inmunidad parlamentaria se goza en el ejercicio de las funciones como diputado, y que dichas funciones se ejercen dentro del hemiciclo, es más fácil proceder a una interpretación del tema. Es evidente que la inmunidad no fue creada para eximir la responsabilidad que los diputados puedan tener respecto a algunos delitos, puesto que, como cualquier otro, éstos también son susceptibles a cometer hechos antijurídicos, sino para regular el procedimiento penal de dichos delitos. Por lo tanto, no se debe pretender que la inmunidad sea absoluta, y por ende, no se debe exigir un trato especial fuera de sus funciones. Si bien lo dice la Constitución: Sólo es en el ejercicio de sus funciones.


En el caso de Henry Ramos, no se tiene duda que goce de dicha inmunidad, atmpoco se duda que esté investido como diputado. Pero tampoco se debe pretender que es una especie de dios intocable. Este ciudadano hizo creer a muchos que fue objeto de un trato discriminatorio, pero en realidad ejerció los actos expresados en contra de los funcionarios mientras reflejaba una especie de superioridad, y a raíz de eso, los discriminaba con palabras despectivas en relación a las funciones de las autoridades civiles y militares del aeropuerto.


En consecuencia, Henry Ramos dejó asomar dos cosas: O desconoce lo que es la inmunidad parlamentaria, a pesar de su gran experiencia en el Derecho, y pretende creer que sí lo sabe: o se estaba aprovechando de su percepción discriminatoria sobre el personal militar en cuanto al conocimiento de la ley que recae sobre los diputados en razón de la inmunidad.

Ante esos hechos, se comprueba lo que se decía al inicio de este mensaje: Existe una sumisión y falta de interés por parte de la sociedad en relación a lo que dichas figuras políticas vociferan. Puesto que fueron muchos quienes apoyaron la postura del diputado, aún desconociendo lo que la figura de la inmunidad parlamentaria abarca; pero sobre todo, predominó la falta de interés de dominar el contenido de la figura.

El llamado es a que los estragos de la ignorancia dejen de correr su curso en la sociedad. Y esto sólo puede ser alcanzado mediante el estudio constante de las cosas que se presentan día a día, de manera que se tenga conocimiento y dominio de todas y cada una de los temas que se llevan a conversación o debate, ya sea en un aeropuerto, en el hemiciclo de la Asamblea Nacional o en el abasto de la esquina.

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